sábado, 20 de febrero de 2010

La montaña y el sapo

Se me acaba de ocurrir un pequeño cuento para que reflexionen este fin de semana espero les guste.

Habían dos caminantes que se encuentran en una intersección, el uno bajando al pie de la montaña y el otro subiendo, y se saludan:

-Buenos días
-Buenos días, a donde se dirige?
-Al pie de la montaña a encontrarme con mi familia si Dios quiere, y usted?
-A la cima de la montaña a encontrarme con mi esposa y mi hija, quiera o no quiera Dios!!!!!

Dicho y hecho cada quien va por su rumbo, el hombre que tenia que ir hacia la cima tenia que cruzar un pequeño riachuelo antes de llegar a su hogar, el momento en el que se encuentra al medio del riachuelo se empieza a hundir, hasta que de repente se transforma en un sapo.

El hombre transformado en sapo permaneció en esa forma por 3 años, esquivando peligros para no ser devorado, golpeado o aplastado, hasta que un día se vuelve a encontrar en esa intersección otras 2 personas y se saludan:

-Buenos días
-Buenos días, a donde se dirige?
-A la cima de la montaña a ver a mi familia.

En ese momento el sapo se acerco y le dijo gritando: SI DIOS QUIERE!!!!, ese instante el sapo recupero su forma de hombre, se paro y empezó a caminar, los otros dos sorprendidos le preguntaron a donde se dirigía y el les contesto:

-Voy a la cima de la montaña a ver a mi esposa Si Dios quiere!, a ver a mi hija si Dios quiere!!, a ver como estará mi pequeña granja Si Dios quiere!!!!!

Una vez que llego a la cima de la montaña se encontró con su esposa que lo había estado esperando por esos tres años, a su hija que lo recordaba todos los días y llorando le dio un abrazo enternecedor a su padre al cual tanto había extrañado, encontró su pequeño rancho bien cuidado, entonces cayo de rodillas y dio gracias a Dios por haberle devuelto todo aquello que añoraba.

Algunas veces somos como el hombre que va hacia la cima de la montaña, que a pesar de ser personas preparadas y capaces de lograr todo olvidamos que hay un ser superior al cual debemos agradecer, personalmente hace años que no rezo/oro porque no soy un tipo religioso y creo que he olvidado esto último, y es verdad que en algún momento he sufrido por esto, no les digo que sean los fanáticos religiosos que deben tirarse al piso y convulsionar al oir el nombre del señor, si no que no olvidemos que hay un Dios ahí arriba que se preocupa por nosotros y nos cuida, es verdad que alguna vez la pasamos mal, quien no tiene problemas?? Pero es como mi viejo me enseño: “Dios aprieta pero no ahorca” espero que tengan un buen fin de semana :)

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