Regresando a la oficina paso
por el parque y veo a unos niños deslumbrados jugando con un globo, paso de
largo, me encuentro por la plaza y de nuevo la misma situación, no puedo evitar
pensar que de niño yo, al igual que la mayoría, quedaban embobados y felices al
jugar con un globo.
Me pongo a pensar y trato de
averiguar por qué los globos son tan atractivos, y creo estoy seguro de que es
porque son mágicos. ¿Cómo no podrías amar un orbe bonito que desafía todo lo
que has visto en tu vida? Un globo es como una pequeña mascota que dice:
"No, la gravedad no es para mí, yo sólo voy a flotar por aquí, si no te
importa."
Entonces tenemos un objeto “mágico”
¿y que es lo mejor que podemos hacer con ellos? Le atamos cuerdas alrededor para
mantenerlos atados a la tierra con el resto de nosotros. Tomen eso, estúpidos globos!
La miseria ama la compañía y
a las personas les encanta arrastrar hacia abajo, a su nivel, a las cosas mágicas. Es por eso
que cuando uno ve un globo flotando en la distancia, no puede más que pensar
para sus adentros, y a veces a sus afueras, que ese globo hijo de puta "se nos escapó."
De cualquier manera, ya que
andaba pensando en globos, llegue a la conclusión de que estamos quemando nuestrosuministro finito de helio como si no hubiera mañana, así que disfrutemos de
los globos mientras podamos, porque quizás nuestros nietos (o hijos) seguro no puedan hacerlo.